Libres por encima de todo y de tí
El anarcocapitalismo cree
en un mundo donde los impuestos estarían prohibidos y el mercado
laboral dependería de la libre contratación y despido que decidieran en
completa libertad los propios empresarios. Ciudadela del capital donde
la sanidad se privatizaría completamente, junto a la educación y el
sistema de pensiones. Un mundo ferozmente competitivo donde sin
subvenciones ni aranceles, se liberalizaría por completo el suelo, se
cerrarían los Bancos Centrales y se volvería al patrón oro.
Así piensan los liberales radicales o anarcocapitalistas. Sus grandes
figuras provienen de la academia anglosajona, o de de sectas cultivadas
en EEUU: Ayn Rand, Ludwig Von Mises, F. A. Hayek, Lysander Spooner y,
sobre todo, Murray Rothbard y David Friedman, quienes han llevado las
creencias liberales a su máxima expresión.
Ayn Rand, gurú del empresario como héroe mesiánico
El liberalismo, ideología de moda entre muchos jóvenes, ha llegado a
España de otra, porque el triunfo del capital financiero ha creado
centros de reflexión globales que estan proporcionando a los anarcocaps
espacios donde crecer y desarrollarse.
Su filosofía, según el catedrático de economía política de la
Universidad Rey Juan Carlos y principal gurú de la secta, Jesús Huerta
de Soto, “se sustenta en la defensa del individuo contra el Estado. y
parte de la conciencia, expresada claramente por la Escuela austriaca,
de que es imposible organizar una sociedad desde arriba en base a
mandatos coactivos; siempre que se quiere imponer algo se acaba
fracasando”.
Jesús Huerta del Soto, teórico español del anarcocapitalismo
Esta defensa frente a la injerencia estatal tiene múltiples
expresiones, ya que como asegura Albert Esplugas, otro promotor
anarcocap, “el liberalismo es simplemente la sistematización de dichos
populares como “vive y deja vivir”.
Esplugas es uno de los fundadores del instituto Juan de Mariana,
institución de corte empresarial que promueve el pensamiento anarcocap
en España. Escribió su blog (www.albertesplugas.com)
desde Londres, ciudad de las finanzas, los motines y la revolución
burguesa, hasta que el catalán lo cerró el 30 de junio del 2010. Sus
ideas las define sin recato alguno en su difunto blog:
Para este consecuente fanático, la vieja alianza entre el liberalismo
y el conservadurismo fue necesaria para defenderse de la amenaza
comunista durante la guerra fría. Pero ellos no son conservadores old fashion. Su decálogo personal lo demuestra:
A veces algunos de sus postulados coinciden con un programa
progresista especialmente en algunas de sus críticas a la maquinaria
imperial de EEUU, o el estado policial-militar que tiene su sede en
Washington. Incluso sus versiones más puras asumen postulados
pro-inmigración pero en general es por coherencia con el libre flujo de
capitales y mano de obra que favorece a los propietarios de los medios
de producción. Su obsesión antisocialista los hace aliados naturales del
capitalismo de estado norteamericano que critican con mordacidad.
En la actual crisis sistémica, los anarcocapitalistas se han
pronunciado en contra de los planes de rescate iniciados por los Bancos
Centrales, pero no porqué quieran hacerlos públicos y destruir su
sistema de usura sino para volver al siglo XIX cuando los bancos
privados emitían incluso las monedas nacionales, tal y como piensa De la
Huerta: “Si se eliminasen los bancos centrales, se privatizase el
dinero introduciendo el oro como patrón puro y se estableciese un
código-coeficiente de caja del 100% para depósitos a la vista”.
Hecha la introducción, sistematicemos su pensamiento
Definición del anarcocapitalismo
El anarcocapitalismo es una filosofía política libertariana y
anarquista, además de individualista. Su credo promueve la eliminación
del Estado y la soberanía del individuo por medio de un sistema de
propiedad privada y mercado libre. Algunas de sus definiciones son:
Liberario. Que defiende la libertad absoluta y, por lo tanto, la supresión de todo gobierno y de toda ley.
Libertariano. Palabra inglesa que proviene del inglés
libertarianism, traducido al español como libertarianismo o liberalismo
libertario y también por anarcocapitalistas (libertarian party). Su
expresión más conocida hoy en día es el Tea Party.
En lo económico, el anarcocapitalismo respalda el capitalismo de
libre mercado en el sentido de cero interferencia estatal, como la forma
justa y efectiva de organizar todos los servicio
En lo jurídico, promueve el contrato voluntario bajo el sistema de la
ley policéntrica considerado el mecanismo universal para resolver los
conflictos mediante jurisdicciones de justicia y protección competitivas
entre sí.
Diccionario anarcocapitalista
El anarcocapitalismo utiliza usualmente los siguientes términos.
Anarquismo: filosofía que se opone a toda forma de inicio de coacción (incluye la oposición al Estado)
Contrato: un acuerdo voluntario obligante entre personas
Coacción: fuerza física o amenaza de fuerza física contra personas o propiedades
Capitalismo: sistema económico en el cual los medios de producción son de propiedad privada, y en donde las inversiones, la producción, la distribución, los ingresos y los precios son establecidos por medio del funcionamiento del libre mercado en vez del gobierno
Mercado libre: un mercado en el cual todas las decisiones referentes a la transferencia de dinero, bienes (incluyendo bienes de capital) y servicios, son voluntarias
Fraude: inducir a alguien a compartir algo de valor por medios deshonestos
Estado: una organización que tasa y traba a través de la coacción agresiva, sistematizada e institucionalizada
Voluntario: cualquier acción, no influenciada por la coacción o el fraude, realizada por alguna institución humana
Ancap: contracción de ‘anarcocapitalista’, de la que que se derivan sustantivos como ‘ancapia’ la hipotética sociedad anarcocapitalista
La propiedad y el anarcocapitalismo
Los anarcocapitalistas definen la propiedad de uno mismo como el
derecho natural de cada persona a la propiedad sobre su propio cuerpo,
mientras que mediante el principio de apropiación original establecen
que cada quien es propietario legítimo de todos aquellos recursos sin
propietario previo, sobre los cuales haya realizado alguna forma de
trabajo. Así lo define Hans-Hermann Hoppe, uno de sus teóricos.
Hans-Herman Hoppe, filósofo anarcocap
Cada quien es el legítimo dueño de su propio cuerpo físico, así como
de todos los lugares y bienes naturales que ocupe y que ponga en uso por
medio de su cuerpo, con la única condición que nadie más haya ocupado
los mismos lugares o usado los mismo bienes previamente.
La apropiación original
Los anarcocapitalistas apoyan la “honesta” propiedad privada de los
medios de producción y la libertad de gestionarlos, sin interferencia
coercitiva del Estado o de colectivos no estatales.
Esta es la raíz de los derechos de propiedad en el anarcocapitalismo.
Los anarcocapitalistas defienden el derecho de cada persona a los
frutos de su trabajo independientemente de su necesidad o la de otros.
Después de ser creada mediante el trabajo, la propiedad sólo puede
cambiar de manos cuando ésta es intercambiada voluntariamente o cuando
es regalada o donada. Las transferencias forzadas, para las cuales una
de las partes utiliza o amenaza con utilizar alguna forma de violencia,
son consideradas ilegítimas.
La apropiación original le permite a un individuo reivindicar como
suya cualquier propiedad “virgen”, incluso la tierra, y poseerla con el
mismo “derecho absoluto” con el que posee su propio cuerpo, al mejorarla
o usarla.
Rothbard, “enemigo del estado”
De acuerdo a Murray Rothbard,
teórico y continuador de la escuela austriaca, la propiedad sólo puede
surgir legítimamente a través del trabajo, por lo que la apropiación
original de la tierra no es legítima simplemente por proclamarse o por
construir una cerca alrededor que la delimite, sino que sólo
trabajándola (mezclando el trabajo con la tierra) se puede legitimar la
propiedad sobre la tierra.
Los anarcocapitalistas de tradición rothbardiana consideran el
derecho de propiedad como un derecho natural derivado de la propiedad de
uno mismo. El individuo puede apropiarse originalmente de todo lo que
desee a través de mezclar su trabajo con la tierra o los productos
fabricados, y continúa siendo su propiedad hasta que él decida lo
contrario.
Propiedad común sólo a veces
Aunque los anarcocapitalistas son conocidos por defender el derecho a
la propiedad privada, las propiedades colectivas no estatales también
pueden existir en una sociedad anarcocapitalista. Así tal como una
persona viene a poseer algo sin propietario por la mezcla de su trabajo
con ella o de usarla regularmente, muchas personas pueden llegar a ser
propietarios de una cosa en común mediante la mezcla de su trabajo en
conjunto, por lo cual ninguna persona puede apropiarse de ella como
propia. Esto puede aplicarse a las carreteras, parques, ríos y partes de
los océanos. Otros no aceptan ni esta concesión a los comunes.
Medio ambiente
Los gobiernos centrales generalmente tienden a abogar por acciones o
censura de los contaminadores con el fin de beneficiar al “pueblo” o a
la “mayoría”. Sin embargo la economía cartelizada y contaminante de la
corporaciones recibe subvenciones gubernamentales (capitalismo de Estado
o corporativo), tal es el caso de la altamente contaminante industria
pesada que obtiene subvenciones jurídicas y económicas de parte de los
políticos bajo el argumento de la creación de empleo o de los estímulos a
la inversión privada.
La contaminación del aire el agua y la tierra, por ejemplo, son
vistas como el resultado de la colectivización estatal de la propiedad,
los bienes naturales cuando son públicos no son mantenidos o renovados
por nadie y nadie se responsabiliza por ellos; le llaman la tragedia de los comunes.Los
anarcocapitalistas tienden a coincidir con los ecologistas de mercado
en relacionar las tendencias destructivas del medio ambiente con el
Estado y sus disposiciones casi socialistas.
Armas
El anarcocapitalismo se opone a toda coacción, así pues defiende la libre posesión de armas sin límite alguno. Aunque los legítimos propietarios de cada feudo deciden si se puede entrar con armas o no en su territorio.
Ley y orden
En la teoría anarcocapitalista la ley y el orden puede ser proveída
por un mercado competitivo de instituciones privadas que ofrecen
seguridad, justicia así como otros servicios de defensa. Su lema es “la
asignación privada de la fuerza, sin un control central”. Un mercado
donde existen proveedores de la seguridad que compiten por clientes,
quienes voluntariamente desean recibir los servicios en vez de ser
individuos gravados sin su consentimiento a los que se les asigna un
proveedor monopólico de la fuerza, es decir el estado.
Entre los anarquistas de mercado libre, se presupone que esta
competencia entre agentes privados tiende a producir servicios legales y
policiales más baratos y de mejor calidad, incluyendo “un buen,
imparcial y eficiente arbitraje de reclamaciones de derechos en
conflicto”.
El anarquismo de mercado desarrollado por Murray N. Rothbard teoriza
una sociedad donde los proveedores de justicia compiten por clientes (
policéntrica agencia privada de defensa) y donde la ley está basada en
el derecho natural o el derecho negativo.
Friedman, otro de los teóricos del nuevo orden anarcocap
David D. Friedman propone
un anarquismo de mercado donde en adición a la seguridad proveída por
el mercado, la ley en sí misma sea producida por el mercado.
Variedades de anarcocapitalismo
La adopción del “capitalismo de libre mercado” -propiedad privada y
mercado libre en ausencia del derecho estatal- fue desarrollado por el
economista e historiador estadounidense Murray Rothbard (1926-1995)
quien fue el primero en teorizar el anarcocapitalismo como un “código
legal que sería de aceptación general y al cual las cortes de
plegarían”.
Este código reconocería la soberanía individual y la no agresión como
derechos inalienables, concepción del anarcocapitalismo que se basa en
argumentos iusnaturalistas
Otros pensadores, como David Friedman creen que la adopción del
anarcocapitalismo produciría mejores resultados que cualquier otra
alternativa de orden social y económico. En esta versión propuesto por
David D. Friedman, “los sistemas de leyes crearán buscando ganancias en
el libre mercado lo cual conduciría a una sociedad libertaria
generalizada”.
Por su parte, Hans-Hermann Hoppe defiende el “anarquismo de propiedad
privada”. Sus postulados se encuentran más cercanos a la visión de ley
natural de Rothbard. No todos aquellos partidarios de un anarquismo
capitalista se llaman a sí mismos anarcocapitalistas, por ejemplo Wendy
McElroy prefiere usar el término anarcoindividualismo.
Los anarcocapitalistas tienen variadas visiones de cómo hacer para
eliminar al Estado. Rothbard abogaba por uso de cualquier táctica no
inmoral disponible para conseguir libertad. Los seguidores del teórico Samuel Konkin proponen
eliminar al Estado practicando la resistencia fiscal y el uso de
estrategias de mercado negro o ilegal, denominadas contraeconomía.
Reventando el sistema hasta que las funciones de seguridad estatal
puedan ser reemplazadas por competidores de mercado libre.
Son la vanguardia y van ganando. Por encima de todos nosotros.
Conclusión y fuentes
Para entender la ideología anarcocapitalista que hoy es la vanguardia
de la (contra)revolución mundial, sirve este extenso informe:
En la introducción sobre las ramificaciones españolas del anarcocapitalismo nos hemos basado en este texto de Esteban Hernández:
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