x James Petras - La Haine
Muchos izquierdistas creen que el de Siria (como el de Libia antes) es un levantamiento democrático, pero las armas que están involucradas vienen del imperio.
Chury: Oyentes, estamos en el panorama internacional de los lunes, como siempre en el campo del análisis que lo hacemos a través de James Petras a quien ya le estamos deseando que haya pasado muy bien las fiestas navideñas y le damos la bienvenida por aquí. Petras, ¿cómo estás?
Petras: Estamos muy bien, disfrutamos un buen asado de puerco ayer por la Navidad, con un buen vino.
Chury: Petras, ha tenido realmente mucho éxito, no digamos éxito sino repercusión, esa suerte de profecía que el otro día hacías en materia económica, política y social para el 2012. Pero te dejo ahora desarrollando aquellos temas que en este momento estás preparando.
Petras: Primero quiero saludar a los oyentes para que tengan un año nuevo con buena salud, con mucho amor y también que haya una buena lucha para recuperar la vida buena.
En primera instancia quiero comentar sobre estos movimientos que aparentemente reciben mucha publicidad, que se nota en los medios oficiales como algo progresista. Hablo de los movimientos de protesta en Rusia, hablo de los levantamientos en Siria y hemos visto algo similar en Libia. Ahora, hay toda una historia que podríamos citar, donde los países imperialistas fomentan estos movimientos.
Típicamente la izquierda y los sectores progresistas siempre piensan en un ataque directo del imperialismo a partir de las compañías petroleras o a partir del ejército y una conquista simplemente por la fuerza desde arriba y desde afuera. Pero en los últimos tiempos debemos notar otro fenómeno que es el estímulo del descontento y el aprovechamiento de algunas reivindicaciones positivas pero que la meta no es mejorar la vida, no es por ejemplo instalar una democracia. Y eso lo llamo yo el antiimperialismo de los tontos porque confunden un ataque con banderas progresistas con lo que realmente representa.
Tenemos casos también en el pasado donde los países imperialistas dividen a los pueblos racialmente, étnicamente, religiosamente, uno contra el otro y ellos terminan destruyendo el país y capturando el poder para el imperio. Y podemos ver eso ahora en el caso concreto que es Libia, donde los Estados Unidos, Inglaterra, Francia, apoyaron o mejor dicho encabezaron un ataque militar con miles de bombas aéreas y queda el país destruido y fragmentado y todo lo que construyó Gaddafi en 40 años quedó en cenizas. Y eso es lo que está pasando en Siria ahora. Mucha gente cree que es un levantamiento democrático pero podemos decir que las armas que están involucradas vienen del imperio, que el centro de actividades de propaganda están en Londres, en Turquía, en Francia.
Este uso de movimientos y banderas populares esconde que atrás tenemos países que han destruido Iraq por ejemplo, con cuatro millones de desplazados; han destruido a Afganistán con miles de millones en destrucción; hemos visto como en otras partes del mundo estas actividades del imperio no tienen nada progresista. Y finalmente tenemos el caso de las denuncias contra China, que China está explotando los recursos primarios en África, está explotando los países en América Latina… Hemos escuchado por ejemplo a la carcelera Hillary Clinton denunciando ¡el imperialismo! como que ella puede hablar en su discurso sobre este tema, mientras Estados Unidos junto con Europa ha estado destruyendo a África por siglos. Ahora ella descubre, cuando China hace inversiones, cuando China entra a construir carreteras, puertos y ferrocarriles, que eso es imperialismo.
Y muchos progresistas caen en este trampa. Dicen miren, tenemos aliados ahora en occidente, tenemos apoyo de la canciller norteamericana y olvidan que esto es una táctica para debilitar a un competidor, un rival, un poder emergente, que ofrece mejores condiciones de comercio que lo que ofrecen los países históricamente coloniales.
Por esto debemos ser muy cuidadosos cuando empezamos a analizar estos levantamientos y tomar en cuenta que estas críticas simplemente son una fachada para montar otra recuperación del poder imperial. Cuando el imperio está en declive puede usar cualquier cosa. Lo útil en este caso es que cuando hay conflicto entre rivales imperiales los trapos sucios salen, porque uno denuncia al otro. Y tal vez en algunos casos ambos tienen razón, pero esto no es ninguna razón para compartir posiciones con estos países como algunas veces vemos grupos de izquierda diciendo que bueno, en este caso EE.UU. es bueno, en otro caso es malo. Pero no, tiene una meta estratégica y utiliza su agresión cuando puede y trata de desprestigiar a sus rivales cuando está perdiendo poder.
El segundo punto que quiero comentar es sobre otro hecho importante. Hoy recibimos la noticia de que Brasil reemplaza a Inglaterra como la sexta economía más grande en el mundo. Obviamente Brasil está en ascenso e Inglaterra está en declive, en decadencia. Y hay muchos otros que hablan de cómo Argentina ha superado la crisis, está creciendo mucho y los países europeos deben tomar en cuenta lo que está pasando en relación con la crisis en Argentina. Y otros hablan del gran crecimiento de Chile y de Perú, pero lo que falta en estas discusiones es lo que está pasando adentro de esos países.
Si es cierto que Brasil está creciendo y superando a Inglaterra, también es verdad que dentro del país los ricos, los sectores financeros de San Pablo están copando gran parte de la torta. Por eso nosotros no debemos quedar impresionados con las cifras macroeconómicas sino que debemos analizar las consecuencias sociales del crecimiento, cómo se divide la torta. Lo mismo en Uruguay, los grandes éxitos en las exportaciones agrícolas, la soya, la carne, la madera, el eucaliptos, etc.
Pero ¿quién gana en esta situación? Nosotros no somos simples desarrollistas celebrando las cifras macroeconómicas sino que debemos ver qué porcentajes de los ingresos por exportaciones van a los jornaleros, a los que manejan los tractores, a los que trabajan cosechando y cuánto ganan. Cuando uno dice el sector financiero está muy dinámico en Uruguay, hay que preguntarse cuánto ganan los trabajadores, las secretarias en los Bancos, y ésa es la otra cara de la moneda. Las cifras comparativas entre países no permiten descubrir las desigualdades y la concentración de riqueza que está acompañando estos alcances macroeconómicos.
Chury: Correctísimo, brillante lo que estás diciendo Petras, porque estás haciendo una radiografía de la realidad. No sé si te queda algún otro tema más.
Petras: Sí, quería comentar otros dos temas. Uno es sobre Corea del Norte, la dinastía de Kim Jong-Il que llega al poder. Por un lado debemos reconocer cómo los países occidentales organizaron un bloqueo y la quiebra de la URSS perjudicó a Corea del Norte. Y no es simplemente por falta de aplicación de políticas correctas que Corea del Norte sufrió alguna caída en el estándar de vida. Debemos también analizar cómo los EE.UU. y sus aliados impusieron un bloqueo afectando a Corea del Norte.
Por otro lado me parece un poco paradójico que un país supuestamente socialista mantiene una dinastía del abuelo, del padre, del hijo como mandatarios. Este tipo de sistema político no tiene nada que ver con el socialismo. Debemos hacer una doble visión de Corea del Norte. Una, condenar el bloqueo, las limitaciones sobre el comercio y la inversión, las amenazas militares con los EE.UU. a sólo cinco minutos de la capital de Corea del Norte con todas sus armas nucleares. Corea del Norte tiene el derecho de defenderse como pueda. Pero por otro lado debemos criticar y condenar un sistema que sólo tiene presidentes de una familia. Este tipo de sistema político no tiene nada que ver con la visión de Marx donde hablaba de la democracia proletaria.
Y finalmente quiero comentar sobre la herencia de los EE.UU. Eso tiene que ver con el primer tema que discutimos. EE.UU. critica a China o critica a Rusia por las elecciones, pero hay que analizar lo que pasó ahora con EE.UU. retirándose de Iraq después de fomentar los conflictos entre grupos religiosos. Utilizando y manipulando a los chiitas contra los suníes, los seculares contra los religiosos, las tribus, los clanes, que no sólo destruyeron el país sino que destruyeron la cohesión que existía antes bajo un soberano secular donde Iraq tenía una unidad, donde la religión estaba subordinada a un poder secular.
Y EE.UU. se va ahora y los medios culpan a los iraquíes: dicen que cuando salieron los Estados Unidos aparecen todas estas bombas. Pero no es así, las bombas existían antes, los poderes ahora luchando unos contra otro, son parte del esquema imperial. Y lo mismo pasa en Afganistán: EE.UU. interviene, destruye la unidad del país, fomenta diferentes grupos como aliados, y deja toda esta mierda sobre el país y destruye toda posibilidad de una transición pos colonial hacia un sistema estable y próspero. Todo queda destruido. Va a pasar medio siglo hasta que Afganistán pueda recuperarse después de tanta destrucción y tantas bombas y minas existiendo en todo el país.
Y quiero anotar que la herencia de la salida, la herencia de la ocupación norteamericana y europea, es muy destructiva. Lo que queda para los países después de una ocupación es construir con pocos recursos y muchos daños. Y después dicen que estos países pueden construir una democracia, pero con las condiciones que dejan los imperialistas, quedan pocas posibilidades de potencializar un sistema democrático y próspero.
Chury: Petras, yo pensaba con qué moral EE.UU. da instrucciones sobre elecciones en otros países cuanto todos sabemos la estafa electoral de la Florida en la elección de Bush.
Petras: Sí, y no sólo eso. Ahora que es la Navidad quiero decir que aquí en la ciudad donde vivo hablé con un funcionario de Salud Pública. ¿Sabes qué me dijo? Que cuando los chicos entran a las escuelas, todas las escuelas, uno de cada cuatro recibe las dos comidas en la escuela pública y entran y comen, no conversan, entran como en un desfile, se sientan a la mesa y empiezan a comer, porque es la principal comida del día. La desnutrición en los jóvenes y niños ahora, se ha generalizada aquí. Que nadie habla de la desnutrición, del hambre y de la necesidad de comer de uno cada cuatro chicos para que pueda tener una comida normal.
Eso en los EE. UU, eso en Nueva York estamos hablando; ni hablar de los lugares más atrasados como Mississippi, Alabama y los lugares más agrarios. Pero este hecho de que EE.UU. aumentó ayer la ayuda a Israel en 250 millones de dólares para armas nuevas, cuando no puede crear condiciones alimentarias para su propio pueblo y deben ser subvencionados en la escuela. ¿Y qué pasa durante las vacaciones de Navidad si la escuela es la principal fuente de comida? Entonces cuando están de vacaciones es el peor momento, y los chicos en vez de aprovechar las vacaciones para divertirse se quedan con hambre.
Extractado por La Haine
http://www.lahaine.org/index.php?p=58447
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